El alojamiento, y la dueña, es encantandor.
Siempre están pendiente de cualquier cosa para agradar al cliente. Eso se valora. Y repetiría si vuelvo. Asi como lo recomendaré a quien me pregunte.
No obstante, es algo ruidoso. Dimos con una familia con niños, que parecian estaban en un parque, y el descanso -por el ruido que se percibia- durante nuestra estancia fue horroroso.