El hotel es bonito, se nota que la decoraciĂłn estĂĄ cuidada y la ubicaciĂłn es buena. Sin embargo, es muy, muy caro para lo que ofrece: nuestra habitaciĂłn al menos era diminuta, apenas habĂa espacio para las maletas, y lo peor: el ruido. Se oĂa absolutamente todo lo que ocurrĂa en la escalera y las otras habitaciones. AdemĂĄs, hacĂa mucho calor pero durante el dĂa era imposible abrir la ventana (no hay aire acondicionado) porque habĂa un ruido horrible de una especie de tubo de ventilaciĂłn justo al lado. Las vistas, inexistentes, a un tejado y tubos de ventilaciĂłn.
Esto para un hostal o pensiĂłn puede pasar, porque el colchĂłn era cĂłmodo y estĂĄ bien situado, pero para cobrar lo que cobran, pues no.
El baño, bien. Apenas dos sobres de champĂș y una pastilla de jabĂłn, eso sĂ, ni siquiera un gel de ducha...
No recomendable, hay alternativas mejores en Santiago.