La persona en la recepciĂłn aunque no sonreĂa, era profesional. Le preguntĂ© hasta quĂ© hora estaba abierta la cafeterĂa y me dijeron las 11 de la noche. QuerĂa cenar allĂ. Al dĂa siguiente te ia que hacer un examen y no querĂa salir del hotel mĂĄs. Cuando fui la persona que trabajaba allĂ me dijo que no tenĂa comida porque la cocina no estaba abierta, le dije que tenĂa que cenar y le preguntĂ© que sugerĂa y me enviĂł a un hostal de al lado. Fui al hostal y decĂan que iban a cerrar, me preguntaron si no me habĂan ofrecido el hacerme un bocadillo, le dije que no, que me dijeron que viniera al hostal de ellos. EncontrĂ© un McDonalds y me comĂ un bocadillo. Al dĂa siguiente me quejĂ© a la recepcionista y me dijo que esa persona que trabajaba en la cafeterĂa le dijo que harĂa bocadillos para los clientes del hotel, le dije que nunca me lo ofreciĂł. Lo Ășnico que hizo fue decirme que me fuera al hostal de al lado. Yo no necesitaba comida de la cocina, solo un simple bocadillo.
Tuve que conducir hasta el McDonald para comerme un bocadillo. No me gusta McDonalds, me hubiera gustado mĂĄs un bocadillo con cosas tĂpicas de España, ya que vivo en Estados Unidos y McDonalds es algo habitual aqui. DecidĂ no poner una hija de reclamaciĂłn, pero podrĂan cuidar a sus clientes mĂĄs. Solo habĂan 5 coches esa noche en el aparcamiento del hotel. No se esperaron mucho.
La calefacciĂłn de la habitaciĂłn estaba demasiado cĂĄlida y aunque la apague completamente aĂșn salĂa aire caliente, un poco menos.