Hotel moderno en un årea tranquila de Mandalay. Se aprecian sus habitaciones amplias, buena atención, limpieza y piscina. Se nota que es un emprendimiento nuevo con sus puntos positivos (hotel nuevo, buena disposición, etc.) y algunos para mejorar (comunicación en inglés, equipamiento, falta de formación del personal, etc.).
De todas maneras, el hotel cumple con todo lo que promete en su descripciĂłn. Al llegar nos dieron una habitaciĂłn sin ventanas, ante lo cual solicitamos que nos cambiaran a una con luz natural, a lo cual accedieron en el momento. El desayuno es decente y muy bueno en relaciĂłn calidad/precio. La atenciĂłn en recepciĂłn fue buena con cierta dificultad para comunicarse en inglĂ©s, dependiendo de la persona a cargo. Por ejemplo, con una persona pudimos comprar los billetes del bus a Bagan sin problemas, pero con otra al preguntarle sobre tours nos diĂł un mapa y nos indicĂł que se podĂa acceder caminando a todo. Cabe destacar que las manzanas en Mandalay tienen 200 metros, no hay aceras y el trĂĄfico es caĂłtico. Por ejemplo, el Palacio que parece estar al lado en el mapa se encuentra a 2 km. Contratamos un coche en una agencia externa. El bar de la terraza donde sirven el desayuno tiene bonitas vistas pero es sĂłlo para tomar una cerveza, evitar la comida y no aceptan tarjeta de crĂ©dito aunque lo anuncie. Excelente comunicaciĂłn a travĂ©s de su pĂĄgina de Facebook, respondiendo a nuestros mensajes y dudas por messenger en el acto y en perfecto inglĂ©s.