Lamentablemente, no puedo recomendar este hotel, ni siquiera con una estrella. Mi experiencia fue profundamente decepcionante y se puede calificar como un caso de fraude y pésima gestión administrativa. Esto es lo que ocurrió:
Reservé una habitación y llegué al hotel esperando disfrutar de mi estadía. Sin embargo, al presentarme, me informaron que mi reservación había sido cancelada supuestamente por mí mismo. Este argumento fue completamente falso. Al indagar más, el personal me comentó que una señorita del turno de la mañana recibió una llamada telefónica para cancelar mi reservación, pero increíblemente no tomó el nombre de la persona que realizó la llamada ni verificó la información de ninguna manera.
Intenté resolver el problema en el momento, pero me hicieron esperar horas mientras investigaban el asunto. Pese a la espera y mi insistencia, el personal nunca ofreció una solución adecuada ni asumió responsabilidad por su error. El nivel de atención al cliente fue deficiente y la falta de organización del hotel quedó en evidencia.
El reembolso: un calvario sin solución
Para colmo, el reembolso jamás llegó, ni por parte del hotel ni de Expedia, a través de quien hice mi reservación. Ambas partes se lavaron las manos, dejando en claro que el cliente no tiene ninguna prioridad para ellos.