Divina posada muy bien ubicada.
Ideal para estar en Colonia del Sacramento, ya que es una casona antigua restaurada que mantiene elementos de época.
Un hermoso patio interior con fuente, adorables detalles y la amabilidad del personal lo hacen muy disfrutable.
Nuestra habitación era amplia, muy cómoda e impecable higiene. Con AA, y también ventilador de techo, no sufrimos para nada del calor agobiante que hacia afuera.
El desayuno impecable, con mucha variedad casera, y la atención mejor. Las chicas de recepción muy amables en todo momento, y nos dieron buenas recomendaciones.
Ofrecen unas divinas bicicletas gratis para recorrer la ciudad. Y esta muy cerca de todo para ir caminando.
Recomiendo y volvería.