Instalaciones excelentes, la mayoría del personal es muy amable (siempre hay algún “caraperro” que rompe la tónica general), servicio de limpieza impecable y una cocina a la altura de lo que se espera de un hotel de lujo. Hasta aquí muy, pero que muy bien. Donde están los peros...? Es totalmente inconcebible e inaceptable que el un hotel de tipo “adults only” o “adults only like” donde los que vamos, buscamos paz, calma y relajación máxima, permitan alojarse a familias con niños pequeños. No tengo nada en contra de ellos pero existen otro tipo de lugares e instalaciones donde pueden (y deben!) ir. Si a esto sumamos, padres peor educados que sus hijos, el desastre está servido. A todas horas, gritos, lloros histéricos a maximo volumen, niños desbocados correteando por todo el restaurante, tocando las pelotas a todo hijo de vecino... Vamos, como Pedro por su casa, sin miramiento alguno. Lamentablemente, lo uno espera sea una semana de relax extremo puede llegar a convertirse en un un p. desastre! Pagar más de 5.000€ por una semana para esto, no vale la pena. Tengo claro que ni lo recomiendo (a quien busque calma, tranquilidad desconexión y relax) ni pienso volver a ir. Descartado para futuro.