El lugar es genial. La pasamos muy bien mi familia y yo. Único detalle es que el área de juegos está descuidada (juegos en mal estado). Se disfruta muchísimo la vegetación y se nota que todo ha sido construido para preservar la naturaleza. Es un negocio familiar y las personas aue atienden son muy amables. Las piscinas y el río riquísimas para los días calurosos, y el jacuzzi también estuvo genial. Están constantemente mejorando y noté que están ampliando el área de senderos (por ahora son poquitos, pero te permite llegar un más arriba en el río donde hay posas increíbles para relajarse con el agua fría). El lugar está muy cerca del centro de la Fortuna, por lo cual en pocos minutos se puede acceder a restaurantes, templo católico, souvenirs, e incluso ir a visitar termales o el volcán Arenal. Volvería nuevamente con mi familia.